viernes, 26 de enero de 2007

ASSALAMU ALAIKUM...Que Dios esté contigo

"Nadie es profeta en su propia tierra” y en el caso de Sheij Aly Elsayed Aly, el dicho pareciera cumplirse a cabalidad. Con 41 años, casado y padre de tres hijos, Aly pisó suelo peruano en el año 2003, dejando en la ciudad de Zakazik - Egipto todas sus costumbres, amigos y el amor de una familia, por cumplir con la misión y destino que Allah le había encomendado.“Él me contó que sentía mucho temor por el idioma, las costumbres y por no saber qué hacer al llegar; pero en el avión su compañero de asiento fue un peruano y le dijo que si tenía algún problema lo ayudaría a llegar a la mezquita. Desde ese momento, Sheij Aly se formó una buena imagen de nosotros”; comenta Luis Tezen, ayudante de Sheij por tres años.

“Sheij” es una palabra y título que carga consigo un basto significado y que pone bajo los hombros de quien lo lleva la responsabilidad de guiar a una comunidad en su fe . No importa la edad, lo trascendental es que haya alcanzado sabiduría, conocimiento y equilibrio espiritual para poder auxiliar a sus hermanos; acción de la que Abdul Hallek, hermano musulmán, da testimonio: “Él ha sido muy comunicativo a pesar de no hablar mucho español; sin que tú le dijeras algo, se daba cuenta de que tenías un problema y se acercaba a darte la solución indicándote alguna surá (capítulo) del Corán”. Y es que Aly fue enviado por sus padres a una escuela especial donde le hicieron aprender y enseñaron a recitar el Corán de memoria desde la tierna edad de tres años. Luego, sumada toda su formación, ingresaría a la universidad de al-Azhar - la más antigua del mundo - donde culminaría sus estudios convirtiéndose en Sheij.

Si bien el ciudadano egipcio tiene una voz cálida para la conversación cotidiana, durante la oración de los viernes pareciera que el nivel de adrenalina se incrementara y es entonces cuando su voz retumba en las mentes de los hermanos que rezan concentrados en dirección a La Meca. Aly es un hombre que al desplazarse por las calles pasa desapercibido con su tez trigueña, camisa a cuadros y pantalón oscuro; pero siempre acompañado de Luis a quien no se cansa de llamar durante todo el día y con quien ha compartido viajes en combi e incluso visitas a la Parada, “sobre todo durante el mes de Ramadán tuvimos que ir con Sheij para sacrificar carneros, ya que muchos no saben matar a los animales sin hacerlos sufrir y eso es haram (pecado) para nosotros”. Y entre otros detalles, el asistente hace memoria bajo una sonrisa… “las primeras frases que Sheij aprendió en español, fueron las que todos aprendemos por ley: ¿cuánto cuesta?, noooo, menos…menos, ¿por qué tanto?”.

Sheij Aly vive en la mezquita de Magdalena que irónicamente se encuentra a espaldas de un seminario, donde los sacerdotes no dan razón de relación alguna con el representante de la comunidad musulmana y menos los vecinos directos, quienes ostentan en sus fachadas la imagen de la Virgen María para aseverar su catolicismo. Si bien es un lugar que exhala paz, la casa de Allah también transmite algo de soledad y vacío porque es muy grande para una sola persona; por eso, a inicios del 2004 la señora Tahiya y sus hijas Asheyma y Gend vinieron a visitar al Sheij para brindarle el calor familiar que toda persona necesita y que no podía compensarse a pesar de las constantes llamadas telefónicas y los correos electrónicos. Permanecieron en Lima por año y medio, luego partieron nuevamente a Egipto porque el hijo menor Ahmad estaba solo y las hijas debían proseguir con sus estudios universitarios.

De las anécdotas de Aly y su familia se cuentan muchas, sin embargo hay una que el incondicional Luis recuerda alegría: “Una vez la esposa del Sheij venía detrás de nosotros tratando de darnos alcance; cuando de repente nos dimos cuenta que un señor nos miraba. Sheij Aly se preguntaba por qué… cuando de repente escuchamos un “toccc” y resulta que el señor por estar mirando a la señora Tahiya se había dado contra el poste”.Todos aseguran que Aly es una persona que toma todo con buen humor y que incluso algunas veces jugaba bromas; auque en algunos momentos demostraba algo de terquedad según lo contado por Abdul Hallek: “Sheij en alguna ocasión reclamó por el pasaje y quería pagar solo cincuenta céntimos… subió y bajo de carros tantas veces, que terminó llegando a la mezquita sin haber gastado nada”.

La última Azalá - reunión de los Viernes - fue una oportunidad en que además de orar, hombres y mujeres prestaron atención a la parábola mediante la cual Aly les dejó en claro que su partida, a pesar de la tristeza, tenía un porqué...
"Hubo un hombre que servía a un rey que no tenía fe alguna. Este hombre estaba al tanto de los asuntos del
monarca y trataba de guiarlo de la mejor manera de acuerdo a las enseñanzas del profeta. De repente un día, el gobernante sufrió un accidente que mutiló uno de sus dedos; fue entonces cuando blasfemó en contra del dios de su asesor, quien en reiteradas oportunidades trató de explicarle que ese accidente permitido por Allah tenía una finalidad...´nada es en vano´, insistía el hombre; sin embargo el rey, cansado de oir a su asistente lo mandó a encerrar.
Pasados algunos días el monarca tuvo que salir en un largo viaje y en el camino fue asaltado por un grupo que lo ató de pies y manos para sacrificarlo ante el ídolo al que adoraban, no obstante uno de los sacerdotes se percató de que el rey no tenía un dedo y por esta imperfección conisderada insulto para su dios, el rey fue dejado en libertad.
Al regresar a palacio, el soberano mandó liberar inmediatamente a su consejero y le pidió disculpas infinitas.Pero una duda perseguía al monarca: ¿pero si yo fui salvado por aquel dedo que perdí, tú que ganaste estando encerrado? A lo que el consejero respondió: "si hubiese estado libre, yo te habría acompañado en el viaje y aquellos idólatras me habrían sacrificado a mí".
Finalizada la oración, Sheij compartió un delicioso almuerzo con todos sus hermanos, despidiéndose de a pocos y recibiendo infinidad de bendiciones, además de buenos deseos. El sol se ponía y la hora de la partida se acercaba. Dejaba atrás tres años de amistad y los recuerdos de los buenos momentos que le brindó la ciudad de Lima. Assalamu Alaikum es el saludo entre musulmanes al encontrarse, pero en esta ocasión al Sheij Aly le tocó responder a manera de despedida: “Alaikum Assalamu - Que contigo esté Dios”.

“AGRADEZCO A ALLAH POR LA MISIÓN QUE ME HA DADO”

Mis padres me educaron en el Islam, mi vocación y camino estaban descritos por Allah y cumpliendo lo que él dice nosotros hemos convivido pacíficamente con católicos y judíos, incluso en una reunión un Rabino me abrazó muy fuerte al saludarme...yo recuerdo eso como un gesto de hermandad”, Sheij Aly ríe y añade, “cuando me preguntan sobre la guerra en Iraq, yo solo pido que Allah brinde a ese pueblo la paz y entendimiento para que cesen los enfrentamientos entre hermanos porque la desunión es la raíz de sus problemas”. Mientras espera el momento de partir, reflexiona:“Mi aporte en todo lugar siempre ha sido ayudar a los hermanos a comprender algunos puntos difíciles del Islam y en Perú hemos abierto las puertas a los medios de comunicación” y respecto a los recuerdos que se lleva del Perú, asegura: “me llevo el sabor de la mazamorra, chicha morada y la parihuela; pero más que eso la calidez y amabilidad de los peruanos en todo momento. Ahora parto con deseos enormes de ver a mi familia, pero también llevo conmigo una gran pena por los amigos y hermanos que he conocido y extrañaré”.

jueves, 14 de diciembre de 2006

CINCO PASOS Y UNO EN FALSO PARA UNA NUEVA LITERATURA

¿Qué hizo Italo Calvino?, tan solo darnos una muestra breve pero sustanciosa de lo que en realidad es verdadero e indispensable para la verdadera literatura; seis propuestas, una inconclusa y nombrada consistencia; tres muy claras: rapidez, exactitud y visibilidad; mientras que las otras dos: levedad y multiplicidad cual introducción y final de una odisea del razonamiento y compresión; todo destinado a hacernos concientes de la realidad en que nos encontramos, un momento en la historia en que las palabras parecen no tener valor y son relegadas a una imagen que dice ser su equivalente en millares, nada más falso para una generación que prefiere la rapidez de las situaciones más no la meditación absorta en las cosas simples que alimentan el alma y cultivan las más grandes ideas que actualmente ya no se ven brillar.
Nos hemos convertido en autómatas, lo más temido por los genios de antaño; y quizás, el presente texto, no sea absoluto y complaciente a lo exhortado por el autor; porque lamentablemente pertenezco a esa generación que creció frente a un televisor, siendo inundada de sonidos y movimiento que en vez de ser basados en un escrito, carcomido su iniciativa.
La violencia y corrupción de los años ochenta y noventa parecen haber mutilado el deseo de lo sublime o subjetivo, anclando a los jóvenes del nuevo milenio en lo patético y deprimente del sensacionalismo de la información, así como en lo banal de la literatura light que nada expresa y mucho gana en los innumerables ejemplares que se venden en las vitrinas de las grandes librerías; y quizás sea esta una expresión subconsciente de eludir la realidad y de una frustrada búsqueda de aquello que los escritores de hoy en día ya no son capaces de plasmar y que muy pocos sabemos encontrar en lo clásico de Shakespeare o supremo de Joyce; el análisis, lo profundo y lo sensato del conocimiento, una red que se tiende en el fondo y la forma de aquellas invaluables obras que, de una u otra manera, estamos comprometidos a valorar, seguir y, sin ánimo de exageración, a idealizar.

Sea lo sutil… imperceptible

Cuando Calvino nos habla de “levedad”, nos remonta a figuras mitológicas que desde un inicio demuestran el sentido de ese adjetivo para la literatura; es únicamente lo simple, sencillo, pero fantástico, aquello que alimenta nuestra contemplación extasiada de lo relatado y que permitirá un ameno paseo por las líneas del autor, característica vencedora del tedio y que a manera de Perseo, nos mostrará la forma de eludir lo peligroso de la gravedad y frialdad de la piedra monótona y pedante de algunos escritores.
La levedad tiene dos vertientes que confluyen en su concepto: primero, es la palabra que intenta plasmar tal y como es la naturaleza, el objeto con su peso, tamaño y forma; y segundo, la abstracción.
Esta última forma puede catalogarse a su vez en una cadencia de sonidos que sensorialmente resulten agradables, mientras que por otro lado también será reconocida como el pasaje o hecho bien delineado, descrito y plasmado, que se guardará en la mente al igual que un agradable recuerdo.
Tal vez sea ésta la característica en la que encontré mayor riqueza, ya que mirándose desde cualquier ángulo resulta apropiada en la labor del escritor; por un lado cuando se habla de manera clara y sencilla acerca de los objetos o situaciones, donde lo bello radica en la sinceridad, humildad de la lengua y el matiz de realismo con que se dibujen las palabras; no obstante, también por lado del camuflaje, hecho de metáforas sobre todo en la poesía, donde el toque de lo maravilloso e intangible, se guarda en el sentir y la abstracción del ser humano.
Ambos lados de la moneda, proporcionan aquello que todo escrito debe poseer, elegancia en la no exageración, lo preciso, justo y sublime.

Sea la agilidad…un instante

La rapidez en este caso es tratada en dos dimensiones, como el tiempo dentro del mismo relato y de alguna forma la “rapidez” con que el lector podrá desplazarse dentro de la misma narración.
Se da por entendido que esto no tiene que ver con la extensión o cantidad del relato, simplemente son menesteres muy distintos escribir en forma laxa y escribir ágilmente; así como indica el propio Calvino, la persona no deberá tener tiempo de detenerse en la vaguedad que por consecuencia lo encaminaría al aburrimiento y abandono de la lectura, ahí radica la difícil y placentera labor del autor, que en frases breves, precisas y ricas debe lograr una narración suprema y que, si bien no explica todo, permitirá la elaboración de constructos y conclusiones propios en cada individuo que lea la obra.
Por otro lado, el manejo del tiempo en el relato es otra de las cualidades a no perderse, puesto que solo maestros y genios de la literatura, hacen posibles relatos basados en racconto, flash back o cualquier otro recurso equivalente, y la no linealidad de los acontecimientos enriquecen aún más una historia, la hacen más vívida y atractiva como la de la pantalla de cine, pero en la inteligencia del lector; se ha dicho que debe ganarse tiempo para luego perderlo, en el caso de la literatura actual, pierde tiempo tanto el escritor como el que tiene en sus manos el escrito.

Sea lo preciso…único y necesario

Exactitud, es el elemento que en sí cumple la función de definirse graciosamente a sí mismo y en el acto de escribir se refiere a la cantidad exacta, lo necesario y útil para lograr la obra maestra.
Esta característica, más que ninguna, busca la perfección y sobriedad así como la magnificencia; trata de demostrar que en lo más pequeño se encuentra el inicio de una gran red de tramas y que la única forma de alcanzar la definición de lo más abstracto y etéreo…es a través de la palabra precisa, tal vez un punto, una coma; más que todo el cuidado y trabajo de filigrana del autor.
Es patético observar como algunos de los escritores actuales toman tiempo y desgaste neuronal en búsqueda de términos complicados para la exaltación de sus obras o la catalogación de las mismas como tratados complicados únicos para intelectuales, pero lamentablemente para su desdicha, esa complicación solo atrae a aquellos que pretenden a su vez presumir de sabelotodos.
Paciencia y mesura serán la compañía eterna de lo preciso y justo.

Sea la imagen de lo enunciado

La capacidad de elevar el espíritu humano y generar en él la imagen a través de las palabras sea quizás, para el presente milenio, el más grande desafío y batalla para los buenos literatos; ya que no es desconocida la realidad de que mil veces esta generación prefiere lo visual e inmediato a lo que haga meditar e hilar conjeturas sin chispazos de electricidad detrás de una pantalla de vidrio.
Calvino en este caso, implora al escritor que se dedique a elaborar imágenes y recuerdos con palabras y, sin ánimos de satanizar la ilustración que en muchos casos ha sido apoyo fundamental de lo relatado; pide y ruega que en todo caso si la imagen va a invadir el texto lo haga en forma armoniosa más no desafiante, que sea catapulta e insinuación, más no la tarea completa de comprensión y análisis que, desde tiempos pasados, lo narrado mediante tinta y papel logró en las mentes de los seres humanos.
La visibilidad es la llave que permite al literato demostrar que la palabra en su simpleza y practicidad, aunque sea en libros complejos de ciencias, puede marcar el inicio de una senda en aventura a lo virtual.

Sea la relación… las partes y el todo

Finalmente hemos llegado a la multiplicidad, cualidad que la literatura desde tiempos inmemorables ha guardado y que no debería perder, como en algunos casos, en meros intentos y una inexistente realización.
Esta multiplicidad descubre la intención de la literatura de llegar al igual que la filosofía a lo absoluto, elaborar una serie de caminos enmarañados y que relacionan el todo con el todo, dotando de riqueza de conocimiento a lo escrito, donde se explicará el porqué de las relaciones y los orígenes; sin embargo hay que tener cuidado puesto que al intentar lo absoluto muchos han fracasado, quedado a mitad de sus relatos o simplemente en un inicio formidable que no tuvo conclusión.
Manejar el todo, como el narrador omnisciente, es deber y don de una persona culta y cuidadosa, de alguien que tenga muy bien definida la interacción de los personajes, de las tramas, del mismo contexto en el que desplegará el escrito; una pequeña desconsideración y todo podría resultar arruinado.



Los pasos señalados por Calvino son básicos para la perpetuación de una literatura de calidad, está en manos nuestras y de los mentores cambiar la visión de frialdad y practicidad que ha inundado y gestado una literatura meramente comercial, somos seres humanos con necesidad subjetiva, no dominados por la imagen ni por la masa de información.

David ante GOLIAT…

- investigando a las grandes corporaciones-

Para el colombiano Gerardo Reyes, abogado por título y periodista de vocación; el enfrentamiento ante los gigantes - empresas privadas o estatales - puede resultar un episodio traumático no obstante a la vez satisfactorio; y que depende crucialmente de ciertas habilidades, estrategias y conocimientos que permitan al periodista resolver el rompecabezas, cuyas piezas siempre se quieren mantener en la clandestinidad.

Aproximándonos al gigante
“El verdadero periodista de investigación aplica el sentido común”.

Muchos se pasan la vida intentando hallar algún “Watergate” que les permita saltar a la fama y popularidad, se empecinan en hallar las cuentas, recibos, fotografías o videos de actos punibles al primer intento; con un inesperado golpe de suerte personificado por una fuente que viene al periodista, en lugar de que él salga a buscarla.
El inicio de las mejores investigaciones se logra con la observación de detalles simples, por ejemplo: el restaurante preferido o una cierta clase de toallas utilizadas en las oficinas, pueden convertirse en indicios que nos lleven a descubrir un desfalco o derroche de presupuesto por parte de alguna autoridad.
Un buen periodista debe desarrollar la intuición, pero más que esto la paciencia y perseverancia que serán cualidades invaluables para cualquiera que desee la victoria en los ingratos y agrios terrenos de la investigación, donde existen algunos surcos de interminable profundidad.
Frente a esto, vale establecer las diferencias entre periodismo de investigación y de profundidad de acuerdo a las palabras del mismo Gerardo Reyes: “mientras el primero busca el quién, qué y cómo lo hizo… el segundo intenta hallar el por qué”.
Y este porqué está calificado de trascendente y vital porque evita en muchas ocasiones que perduren y permanezcan en el recuerdo del colectivo pedestales, imágenes o espejismos de personajes corruptos; y por otro lado, logra a su vez rescatar una época, a través de las acciones de un personaje, dentro de un espacio y tiempo que valen la pena ser recordados.
Los perfiles se convierten así en una de las formas más efectivas y exitosas de realización del periodismo de investigación, ya que tocan la fibra humana no solo del investigado, sino también del lector.

Atacando al gigante


Una vez que se ha encontrado el hilo conductor, la pregunta es hasta dónde puede llegarse en la investigación. Reyes afirma que su conocimiento de leyes y procesos le han otorgado cierta ventaja y advertencias para no meterse en problemas; sin embargo cómo actuar en caso de no ser un abogado.
Para esta situación se menciona la necesidad de un asesor legal en el medio donde se trabaje y si no existiera tal personaje se recomienda buscar un entendido del tema, pero incluso antes de este paso; el periodista está en la obligación y deber de ejecutar el proceso de verificación, porque se ha visto en innumerables ocasiones que todo lo que parecía una primicia había sido planeado de tal forma que el profesional cayera en una trampa que deslegitimara su palabra.
La realidad de grandes corporaciones es que la mayoría no se hace honradamente, así que siempre habrá algún talón de Aquiles por donde atacar; no obstante el medio debe estar listo para dar la oportunidad de réplica al acusado, pero sobre todo discernir muy bien entre lo que es relevante o no; ya que si bien los derechos de libertad de expresión e información amparan la labor periodística, el derecho a la privacidad, honor e intimidad son el arma con la cual se ha puesto coto a trabajos que tenían un verdadero sentido y una gran verdad por descubrir.
El periodismo es objetivo y logra sus fines cuando se aplica un método donde se respetan los pasos y sobre todo cuando el periodista tiene gran criterio y tino para tocar las puertas necesarias en el momento indicado y cuando se redacta o edita el reportaje con adjetivos y verbos mesurados antes que censurados.
La investigación es una de las ramas más apasionantes del periodismo, ya que linda y roba muchas veces espacio a la historia, aunque con fines disímiles. Las formas que muchas empresas y magnates han encontrado para seguir ocultando verdades es contratando a periodistas como asesores que les cuiden las espaldas, lo vemos así también en jefes de estado y políticos en general.
Queda en manos de nuevas generaciones y quienes educan a éstas el formar periodistas investigadores antes que inquisidores, respetuosos de leyes y conocedores de los beneficios y trucos que en algunos casos es posible ejecutar. Los peruanos somos muy talentosos y perseverantes a ojos de Gerardo Reyes y somos una raza de profesionales que dan todo en busca de la información, hasta la vida como fue en época de terrorismo.
El periodismo de investigación es el arma que defiende al pueblo, que mediante la información divulgada protege la democracia y el libre mercado, donde todos deben ser respetados y tienen la oportunidad y voz para decir: ¡basta!

DEL INFORMANTE, EL INFORMADO Y LA COLUMNA DE OPINIÓN

En una época en que se habla de la información como arma dentro de un mundo globalizado e interconectado debido al desarrollo de una tecnología desafiante de fronteras; el ser humano involuntaria o voluntariamente está expuesto a un bombardeo de datos mucho más intenso que en épocas anteriores, lo cual no sería un problema si la calidad al igual que la cantidad de información hubiesen progresando paralelamente.
Sin embargo, es evidente que la celeridad exigida por una sociedad ahora acostumbrada a la simultaneidad con el hecho trae consigo un mal manejo y tratamiento superficial de la información, fenómeno al cual, si le aunamos la realidad del creciente predominio de la imagen sobre la palabra, nos dará el resultado de una sociedad con mucho contenido pero con poquísima comprensión, en palabras simples: una sociedad que “mucho abarca y poco aprieta”.
Por este motivo, el periodismo de opinión es una solución a esa carencia actual de reflexión y meditación acerca de lo expresado meramente en datos y, aunque no haya sido respuesta reciente al fenómeno en mención, su naturaleza eterna de informar, entretener y a la vez forjar pensamientos, dirigirlos o gestar debate; hacen de este género la opción que contrarresta aquel proceso de automatización y enajenación en la que parece sumergirse el mundo del siglo XXI.

Podría definirse brevemente al periodismo de opinión como un fenómeno de la sociedad inmerso en un ciclo interminable, ciclo en el que es casi imposible reconocer un inicio y final exactos, debido a aquella relación de simbiosis imperecedera que mantiene con la opinión pública y que se mantendrá mientras exista humanidad que desarrolle los sucesos que compongan la historia.
Entonces, es el periodista de opinión el artesano y pieza clave de este ciclo, pues lo mantiene vivo e incesante, en una constante labor con tropiezos y triunfos y, en algunas y lamentables ocasiones, crasos errores; y es que, el trabajo de forjar opinión o dar eco de las voces ciudadanas no es cosa fácil, se enuncian infinidad de requisitos, muchos expertos en el campo mencionan actitudes especiales y el contexto mismo, la época, el momento, imponen sus exigencias al profesional de la opinión; por lo tanto me atrevería a decir que cada tiempo tiene sus propia lista de características y “mañas” para la realización del trabajo, no obstante sería abominable rechazar la idea de un perfil constante y de alguna manera clásico, para el periodista de opinión.
Como consecuencia tenemos una ardua tarea por desarrollar: pintar de cuerpo entero al periodista de opinión, así como determinar su estrategia de elaboración y que, al saber que toda comparación es buena, realizaremos tomando en cuenta las realidades del Perú y EE.UU., principalmente por el hecho de ser casi antagónicas en lo denominado “desarrollo”, pero sociedades al fin y al cabo, con índices sociales, culturales y económicos al igual que en todo el mundo.

Cualidades: el periodista de opinión se hace

Muchos entendidos del periodismo de opinión han señalado que las características de aquél que desee guiar o dar luces a la opinión pública (entendida no como un todo sino como el conjunto de corrientes diversas de opinión) deben ser las siguientes: honestidad, objetividad, imparcialidad, entre otras cualidades; pero más que enumerar una infinita lista de valores humanos y propios del periodismo en general, debemos concentrarnos en actitudes completas que a través de la técnica lograrán su máxima expresión e identificación.
Así, el columnista debe primero ser conciente de que escribe para lograr cambios en las mentes, por lo tanto aquí se unen dos características y valores indispensables: la responsabilidad y la ética; haciendo mucho más énfasis en la última, porque hay que dejar en claro que el pecado no está en que el periodista plasme su opinión respecto a un tema, ya que ese es el objetivo que persigue, sino que lo utilice para manipular al lector por ser presa de un fanatismo o por haberse vendido en búsqueda de una recompensa material.
Por otro lado, también debemos hacer mención de las actitudes de observación y conocimiento, puesto que éstas hacen posible que el periodista no sea otro ciudadano más opinando sobre el tema en boga; sino que garantizan de cierta forma que lo leído será resultado de un análisis exhaustivo y que, gracias a la vivencia y experiencia del suceso en sí mismo o símiles en anteriores oportunidades, se tendrá un ángulo interesante y novedoso de visión del tema en tratamiento.
Mientras que el primer par de cualidades son enfatizadas y priorizadas tanto por peruanos como por estadounidenses, por lógica deducción de ser valores asimilados en todas las culturas; el segundo par lleva más énfasis peruano en la observación y mayor preocupación americana en lo correspondiente a conocimiento.
Pero, más que tomar esto como una distancia abismal, solo hay que dejar en claro que son meras diferencias conceptuales, de enunciación, contenido o intensidad porque, si para el peruano la observación consiste en estar atento a cualquier cambio que se pueda suscitar dentro de la corriente o en cualquiera de sus componentes; para el americano, el conocimiento es simplemente la tarea de aunar a la información del hecho, conceptos y antecedentes históricos que, de todas maneras, son elementos también utilizados por el columnista del Perú.

Tema y técnica: ¿qué y cómo quieren que lo diga?

Una de las principales preocupaciones para el columnista será el tema a tratar. Sea del campo que sea, en este aspecto sí se muestra una clara diferencia en las preferencias entre peruanos y estadounidenses.
Para comenzar, la sociedad peruana está acostumbrada a que sus columnas de opinión sean siempre vitrinas de temas políticos, podría asegurar que en los últimos 20 años el tema preferido fue siempre el gobierno y su accionar; tanto así que algunos periodistas de opinión solo se han especializado en esa área y el público vincula sin temor: opinión igual a escándalo político; contrariamente, la sociedad periodística de EE.UU. parece estar más acostumbrada a que la opinión no sea solo con respecto al gobierno (¿tal vez porque no tienen casos como los nuestros en ollas de grillos o porque los esconden bien bajo el tapete?) sino también respecto a una gran variedad de temas: religión, moda, turismo, literatura, etc.; para lo cual también recomiendan que su mención no sea repetitiva, continua u obvia para con la época que se vive.
Otra gran diferencia en este ámbito es también la clara intención y compromiso del americano para transmitir una dosis de positivismo y esperanza a través de sus columnas; mientras que el peruano, si bien algunas veces se preocupa de eso, su mayor prioridad es inclinar la balanza de la opinión hacia alguno de los dos lados, para así tener otra corriente o vertiente de opinión que, ahora dominante, mañana podrá comentar, la denuncia y el reclamo son su sello personal.
Referente a la técnica, cada periodista articula a su manera la columna de opinión; pero tanto peruanos como estadounidenses tienen muy en claro que su escrito debe poseer: citas, antecedentes, exposición de opiniones de terceros a favor y en contra y una importantísima cuota de opinión personal; por la que nadie puede censurar a ningún periodista, ya que ese es el fin de su escrito, forjar opinión o difundir nuevas corrientes. Está por demás mencionar la importancia de las cualidades de redacción y cultura general, que no son solo necesarias e imprescindibles para este género periodístico, sino para todo aquel que aspire a ser un periodista íntegro.

Condiciones: de un factor externo que más bien es lo interno del lector.

Cabe señalar en este punto que, si bien el periodista de opinión en EE.UU. no muestra mucha preocupación por las limitaciones que pueda tener para expresarse, el peruano por su historia de crisis vivida y pasado de gobiernos autoritarios, aún mantiene el temor de la falta de insumos o salarios a fin de mes y mantiene también el temor de la coacción y la revancha del gobierno de turno; pues si bien en la actualidad parece que los medios se han liberado de ese fantasma, el atrevimiento de la denuncia es solo una forma de defensa que ha encontrado el periodismo peruano.
Finalmente, el principal factor externo del periodismo de opinión es el propio lector. Una primera y obvia razón es porque gracias a su deseo y poder adquisitivo compra el diario, pero la segunda razón es que sin público, ni lectores deseosos de saber más a cerca de un acontecimiento, el periodismo de opinión no tendría razón de ser; sin receptores ávidos del mensaje y de una luz para guiarse, nada de lo aquí escrito sería una cierta e inapelable realidad.

miércoles, 13 de diciembre de 2006

LAS SANTAS DEL ENCIERRO



Santa Mónica: “Puertas abiertas a la comunidad”

Paredes verde petróleo rematadas con espirales de púas, cual corona de Cristo, dan tétrica bienvenida; y el golpe grave de una puerta metálica, hace eco en las mentes de las personas que frente a ese lugar, se preguntan una y otra vez qué hizo posible el encierro de sus madres, hermanas, hijas o amigas.
Domingo, nueve de la mañana, y la incertidumbre cala el pensamiento al igual que el frío en el cuerpo; es día de visita de mujeres y son muchas de ellas las que, detrás de una ligera cortina que inútilmente trata de brindar privacidad, se transforman en cuerpos tiritantes que cambian, con pago previo de dos soles, el pantalón por falda y las zapatillas por sandalias; al interior de algo que en una esquina, se hace llamar vestidor.
Con el atuendo exigido y DNI en mano, una a una se van sumando a la fila que a aún es corta. “¡Estiren brazos!”… y la guardia ha convertido a todas en simples números. CONFORME, es la palabra que imprime el sello en la piel, pero los rostros de silencio, amargura y miedo, contradicen lo enunciado por la tinta y entonan un grito desesperado que se plasma en miradas de desconfianza.
Los vendedores insisten ofreciendo sus productos y brindando recomendaciones a aquellas que por primera vez acuden a este lugar. “Hay tres horarios de salida: a la una, tres y cinco de la tarde”. “Gaseosas negras no entran, papayas, melones, piñas y granadillas tampoco…no, no amiguita, la leche en polvo no pasa, te pueden acusar de trula”.
El paso apurado inicia el ingreso; los hombres quedan afuera, esperando y tal vez recordando que ellos pasaron por lo mismo el día anterior; el ruido de la calle se pierde, la puerta se ha cerrado.

Revisión de la intimidad

La luz se esconde y pierde en la oscuridad del recinto, veinte personas se encuentran en un espacio pequeño donde, en dos filas apiñadas, permanecen a merced de una mujer enormemente morena. “¡La siguiente!”, grita con resonancia, y cual perro policía, pasea su olfato y gusto por cualquier prenda de vestir, alimento o bebida. Su expresión es aterradoramente seria y solo dibuja una sonrisa cínica cuando encuentra algo que le agrade. “Lo siento, esto no pasa…se queda aquí”.
Frente a una mesa, una voz seca y afónica interroga indiferente: “¿presa, pabellón, parentesco?”, y en un segundo el DNI es reemplazado por un nuevo sello, ahora en el brazo izquierdo, donde un número de tres cifras y las letras A o B preparan a las visitas para cruzar un nuevo umbral.
La revisión corporal ha iniciado, “¡Quítese la chompa, levántese el polo!”; y entre dos paredes; lo que es solo para el espejo en las mañanas queda expuesto a los ojos de una extraña, que pasea bruscamente sus manos por el pecho, para descender luego a las caderas, obligando a levantar faldas y coronando así la vergüenza.
Un nuevo espacio despejado se abre después de la oscuridad y con bolsas en mano, todas las mujeres se encaminan hacia un pasadizo, donde una guardia con expresión de aburrimiento, exclama: “¡Brazos!”, y luego de un oxidado sonido de bisagras y desabrido mascar de chicle, abre las rejas y permite el ingreso al patio de visita.

MUJERES

Ludly, la recién llegada

Sentada en una mesa pequeña que ha alquilado por cinco soles y bajo el cielo gris, la señora Catalina espera a su hija. Al verla salir de la capilla, le hace señas para que la ubique; la joven de 23 años, luego de persignarse frente a un Cristo desgastado en milagros, corre y abraza a su madre, ya que los cinco días transcurridos desde la noche en que la trajeron al penal han sido una eternidad.
“Nos despiertan a las seis y media, pero yo me levanto a las cinco para no pelearme con nadie en las duchas. Mi pabellón es el B, porque aún estoy en proceso, pero hay otros dos pabellones, uno de sentenciadas y otro de trasladadas. ¿Te explicó eso el abogado? Duermo en el suelo, porque en mi cuarto los camarotes están todos ocupados, somos diez y cuando…Mamá, no llores…ma…”.
Ambas rompen en llanto y es que mientras Ludly trataba de hablar de su situación, como si de un viaje se tratara…su madre no era capaz de cerrar los ojos a la realidad, recordaba el día de la graduación de su hija en la carrera de Economía, y también hacía memoria del día en que tomó la decisión de venir de Trujillo a Lima para trabajar en una agencia de aduanas, donde los malos pasos de su jefe la trajeron a este lugar, catalogándola de estafadora.

Las españolas

Pasean por el patio saturado de gente, haciendo gala de su buena ropa y de su belleza, gritando al resto de reclusas que ellas no son del montón y que, gracias al dinero enviado por “su Embajada”, pueden dormir en cuartos en los que el hacinamiento no existe y donde las pertenencias no se “extraviarán”.
Sin embargo, detrás de sus risas escandalosas y acento inconfundible, esconden la tristeza de no recibir más que la visita de sus abogados una vez a la semana, además de ocultar la melancolía de comunicarse con sus familiares únicamente por llamadas de larga distancia; y tratando de permanecer unidas todo el tiempo, conversan; añoran los días de sol y paella en España… y con desenfadados besos en la boca, además de varios “Te amo”, intentan olvidar el día en que por unos cuantos dólares aceptaron llevar cocaína a su país.

“Chancaca”

Una mujer de aspecto frágil y unos 56 años, a la que llaman “Chancaca” por el color de su piel, se pasea incesante, ingresa en los pabellones donde la luz y el aire no llegan; se enreda en la telaraña de ropa del patio principal, y es expulsada de con gritos y golpes inclementes de otras reclusas, las causa: haber tirado al piso la jornada de lavado de más de tres horas.
Nadie ha venido a visitarla, pero ella parece no ser conciente de ello; habla con las paredes y toca las puertas de los salones de talleres, de donde espera salga alguien que le de razón de sus hijos. Lamentablemente, nadie dice nada, y es que si una incauta se atreve a explicarle por qué sus hijos están muertos, Chancaca rompe en llanto y arremete violentamente contra la que, por mala suerte, sea su interlocutora.
Su historia es increíble como espeluznante, descuartizó y comió trozos de los cuerpos de sus cuatro hijos, todo por culpa de un esposo que la abandonó. La sentenciaron por asesinato y la trajeron a Santa Mónica. Hace algunos días la trasladaron a “Larco Herrera”, pero escapándose de ahí, después de dos días, regresó al penal. “¡Déjenme entrar a mi casa!”, gritó desesperada por más de tres horas. Las autoridades cedieron irresponsablemente y Chancaca, sigue caminando por ahí.

LA DESPEDIDA

Las cinco de la tarde, el viento amenaza con una futura garúa y las mesas donde se iniciaron las conversaciones empiezan a quedar vacías. Los abrazos se hacen infinitos, hasta que el silbatazo de una de las uniformadas indica que debe formarse la fila de salida.
La oportunidad de hablar por alguno de los 24 teléfonos es batallada con mayor insistencia por las 1200 reclusas; ya que después del horario de visita no los podrán usar otra vez hasta el próximo día domingo. Algunas se apresuran a guardar lo que les ha sido entregado por sus visitantes, así como carteras o dulces que estaban a la venta.
La puerta se abre. Besos al aire, gritos de “¡Cuídate!” y “¡Te quiero!” golpean los oídos de todas. “¡Brazos!”, indica nuevamente la centinela; y las extremidades selladas son la clave para salir.
Detrás de las rejas, muchas internas se agolpan para dar una última mirada a sus familiares. Una madre canta a la distancia para hacer que su hijo la deleite con un inocente y torpe baile y luego, cuando éste desaparece de su vista, rompe en llanto.
Las mujeres libres avanzan y en la sala oscura, ya no habrá revisiones. Las conversaciones se dan, ya no hay desconfianza. El DNI es devuelto, pero los recuerdos parecen solo prestados. La puerta abre el regreso a la urbe; y en la pared, antes de salir, un pedazo de papel amarillento y rasgado enuncia: “Pueden encerrar tu cuerpo, más tu mente es propiedad de la libertad. Solo Dios nos hará libres”.

GENERACIÓN PERDIDA

Una visión real - pesimista de la actual juventud peruana

En el Perú, se habla de generaciones luchadoras. Las de próceres y precursores forjados en la Universidad de San Marcos o en el Convictorio de San Carlos; y que mediante publicaciones como el Mercurio Peruano en manos de un joven Hipólito Unanue, con verbo apasionado, lograron mover la conciencia de miles de peruanos que esperaban una República.
Generaciones que junto a Ramón Castilla decidieron quitar el yugo de la esclavitud a la comunidad negra. Generaciones que durante la guerra con Chile se alzaron en armas y lucharon con apenas 13 ó 14 años en la Batalla de Miraflores, adolescentes que tomaron piedras en sus manos y se enfrentaron sin temor a los fusiles del enemigo chileno.
Jóvenes trabajadores que frente a una república aristocrática y explotadora, lucharon por la jornada de las ocho horas de trabajo y multitudes que encabezadas por Mariátegui, con el estandarte del socialismo en las manos, buscaron reivindicar a las clases populares y relegadas por siempre.
Así, también surgieron partidos en épocas de antaño, con ideologías claras, motivaciones, fundamentos y acciones positivamente palpables a los miembros de la sociedad. Sin embargo, pareciera que a partir del año 70 hubo un punto de quiebre. Se perdió el rumbo.
De manera totalmente confundida y errónea, se forjaron grupos que buscaban la igualdad social; y siguiendo un camino equivocado de violencia y destrucción, surgieron Sendero Luminoso y el MRTA ante la incapacidad de la clase política para solucionar las injusticias y carencias del pueblo. Era el principio de la enfermedad.
En medio de una época convulsa, de hiperinflación, de coches bomba, de inseguridad, y con una etapa posterior de manipulación de medios, de televisión basura, de dictadura, de corrupción que explotó en forma desvergonzada en el primer vladivideo y con una marcha de los cuatro suyos que resultó otra hipócrita manifestación, única para el logro del poder…

Con todo ese contexto de intereses, entre voces de democracia y pequeños grupos que ya ni saben exactamente contra quién y por qué protestan, los niños que para inicios de los ochenta recién veían las luces de esta patria - o quizás lo oscuro de la realidad peruana por los apagones – crecieron en medio del desconcierto y a merced del terror que transmitían los periódicos, radio y la “caja boba”.
Esa generación que ahora tiene aproximadamente 20 años, poco más, poco menos, tiene un halo gris sobre sus hombros. Parece una generación perdida, en espera constante; una generación que no tiene fuerzas para gritar, autista después de haber visto tanto horror, jóvenes que ya no tienen voluntad.
Todos parecen inmersos en sus propios intereses y se han dejado deprimir por las enfermedades más severas de una sociedad. La pobreza los ha orillado a convertirse en trabajadores mediocres, explotados y algunos se han visto inmersos en el mundo de la delincuencia por la misma necesidad.
Los pocos que han estudiado alguna carrera no se ven recompensados, ya no son los intelectuales, la calidad de la educación en el país no es la mejor y cuando se quiere reclamar, ya no hay voces como antes, no hay líderes; todos gritan en contra del SISTEMA como autómatas, y cuando los cuestionan, no saben cómo responder.
Generación carente de un verdadero concepto de amor, que ha caído en la promiscuidad de muchas noches con distinta piel, fenómeno alimentado por una morbosa exposición al concepto de sexo desinhibido, donde la mujer se engaña con una errónea idea de liberación e igualdad y donde el hombre cree que ella es solo objeto para su satisfacción.
Jóvenes que son padres, prácticamente niños educando a otros niños. Jóvenes trastornados que no desean responsabilidades y que frente a un problema solo ven como solución la muerte; se someten a abortos o se convierten en asesinos en peleas callejeras, generación de deprimidos que a partir de los 11 años toman la desesperada decisión del suicidio.
Grupo que busca la evasión, que en el alcohol y las drogas ha encontrado la solución a la realidad que no desean ver. Jóvenes que viven solo para el momento, que sienten que la vida son tan solo instantes, periodos de tiempo de prefabricada felicidad, envueltas en pastillas o esparcidas como polvo, que desencadenan en aliviante alucinación.
Caminan sin rumbo, con alguna idea de la vida, escribiendo, pintando paredes, sacando cuentas, llevando libros bajo sus brazos o solo hambre en sus estómagos. Buscando que los comprendan, escuchando cada día al payaso de la política que pretende engatusarlos y ante el cual ellos solo responden con un ¡bah!
Una juventud a la que muchos no le tienen esperanzas, de la que esperan demasiado y a la que aun no han curado. Un grupo que desea irse del país, viajar a otro lugar donde, aunque las condiciones sean adversas, por lo menos harán el intento de progresar. Hijos de inmigrantes que ahora quieren emigrar.

Generación sometida a la inmediatez y a la superficialidad. A la escasez de tiempo y de dinero, condenada a la soledad del individuo aunque inmerso en el fenómeno de la globalización. Con muchas corrientes que seguir, pero ninguna por acatar. Sin deseos de una patria, sin nación.
Esa es la generación perdida, sin letras que la identifiquen y sin banderas; una generación que vivirá y se hará adulta, que en algún momento tendrá en sus manos, mucho más que hoy, el destino del país. Una generación que verá el surgimiento de otra. Tal vez más aniquilada, tal vez demasiado acelerada.
A los 20 años, los jóvenes peruanos tienen muchos fantasmas y realidades a los que deben enfrentar, algunos enraizados en algún sector más que en otro y otros compartidos entre todos por igual. Es una juventud que a pesar del pesimismo que lleva dentro, en el proceso de hacerse adulta, no desea agonizar, pretende encontrarse así misma y empezar a luchar.

CNN y Al JAZEERA, pasos de gigante…

CNN y Al Jazeera, son dos de las cadenas más populares y reconocidas a nivel internacional; nos atreveríamos a hablar de un equivalente entre ambas empresas mediáticas si no fuese por la diferencia de 16 años que la primera le lleva a la segunda en el mercado y su radical contraposición, no solo de índole geográfica, sino también ideológica.
Ted Turner en 1980, lanzaba CNN como lo que estaba destinado a ser: un canal de noticias, un medio mucho más grande que la pequeña cadena de entretenimiento y deportes que había sido cinco años atrás. Por su parte, AL Jazeera en manos de Hamad bin Thamer, nacía en 1996 bajo la consigna de ser una empresa líder y sobre todo independiente, dejando de lado el estigma de supervisión y censura por parte del gobierno, sello que siempre había marcado a los medios de comunicación en medio oriente.


CNNior citizen

CNN desde sus primeros días manifestó claramente la diversificación como estrategia clave, puesto que en sus 26 años de existencia ha puesto en el mercado de las comunicaciones más de 20 productos con un marcado estilo que se reconoce desde la línea editorial hasta su logo popular e inconfundible.
Si contamos los fracasos, solo podemos mencionar 2 productos que han desaparecido; no obstante estos cumplieron con un promedio de 7 años de vida como mínimo, hablamos de los casos de CNN Finanzas y CNN Sports Illustrated.

Ted Turner no conocía el concepto de fronteras y mucho menos cuando fue partícipe y testigo del boom que significó la aparición de internet. Para 1992 había comenzado con las fusiones o alianzas estratégicas en Alemania dando origen a N-TV, proyecto exitoso al que le siguieron en 1999 CNNTürk y CNN+ para Turquía y España respectivamente.
En los primeros años del siglo XXI, CNN encontró en Asia un nuevo territorio por conquistar, dando origen a CNNj para Japón y CNN Ibn para India, la corporación de Turner seguía creando sinergias, gestando un conglomerado mediático que era el anhelo y sueño de cualquier empresario.
Sus fusiones con Time Warner y AOL en los años 1996 y 2001 le otorgaron una nueva perspectiva, si bien se había expandido geográficamente, la división por géneros o temática fue otra de las decisiones clave para el éxito.
Las empresas absorbidas pusieron a disposición los archivos de películas clásicas y dibujos animados que ayudaron a Time Warner Company a incrementar fuerza y presencia en el mercado de la televisión por cable; ofreciendo una gran variedad de opciones como Cartoon Network, Boomerang, TCM Classic Hollywood, TNT, entre otras de gran éxito y acogida por parte del público.

La página web lanzada el año 1995, fue otro de los pasos con los que Turner triunfó, a pesar de que en los primeros años el sitio era tan solo una pantalla en blanco con un cúmulo de hipervínculos; luego de tres reingenierías, a partir del 2002 y progresando mucho más en el 2006, CNN nuevamente se convirtió en el pionero de innovaciones en lo referente a material multimedia, información en vivo mediante la radio y un alto grado de interactividad con el usuario, facilitándole acceso a fotografías exclusivas e invitándolo a ser partícipe de foros y encuestas.
La diversificación también fue característica de esta herramienta en el ciberespacio, ya que junto al canal de CCN en español se lanzó también la página web, con la cual conquistaba Latinoamérica no solo en espectadores sino también con un gran número de medios de la región que no tardaron en establecer convenios de intercambio de información.
Por tanto, podemos decir que CNN ha sido y seguirá siendo el producto estrella de la corporación AOL TIME WARNER; una empresa de mass media a la que solo le falta tener su propio diario, ya que es dueña de un gran porcentaje de canales de cable, la cadena de noticias más grande con corresponsales de todas partes del mundo y sitios web que son visitados por miles de personas cada día.
Quizás desde que Ted Turner renuncia en el 2003, se perdió algo de brillo; pero los negocios continúan y la competencia eterna de la BBC y algo reciente de Al Jazeera y Fox News han obligado a los directivos a reimpulsar y continuar con la conquista de nuevos espacios y sobre todo reconstruir una imagen dañada, por la que muchos juzgan a CNN como cómplice y partidaria de un pésimo gobierno de George Bush.

La jihad de una Isla

Al Jazeera cuyo significado es “la isla”, saltó a la palestra de la atención del público a nivel mundial al ser la única cadena que luego de los atentados del 11 de setiembre propalara el video de Osama Bin Laden adjudicándose la autoría del ataque a las Torres Gemelas.
Los medios de todos los rincones del mundo tornaron sus miradas hacia una empresa mediática que se había sido gestada bajo el lema de diferenciarse de los demás, ofreciendo información controversial a pesar de ser objeto de amenazas y ataques de parte del gobierno Qatarí y durante la guerra de Irak por fuerzas estadounidenses.
Se sabe que Al Jazeera es el resultado de un primer intento fallido de la BBC por forjar una cadena innovadora en Medio Oriente, los que persistieron en el proyecto lograron dar vida a una empresa que en 10 años se ha extendido y logrado la preferencia de televidentes en los continentes de África, Asia y parte de Latinoamérica; un público que ve y reconoce en Al Jazeera la oportunidad de conocer “la otra versión” de la noticia.
Hablar de una concentración de medios no es posible actualmente, pero si se debe resaltar que en corto tiempo, el presidente Hamad bin Tamer y un equipo incansable ha desarrollado más de 8 unidades de negocio, entre canales de deporte, infantiles y dentro de los que se debe destacar Al Jazeera Urdu, como un intento por llegar a grupos sociales muchas veces aislados más que por distancia a causa del idioma.
No obstante, Al Jazeera no se conforma y se encuentra actualmente en una lucha por ampliar sus fronteras y marcar hito en occidente, sobre todo en EE.UU. donde ha sido considerado por CNN como uno de sus principales contendores y la vez colaboradores, ya que muchas de sus primicias las han logrado en conjunto con la empresa qatarí. Podríamos catalogar esto como una suerte de convergencia o apoyo casual, que se da solo de acuerdo a ciertas circunstancias.
Respecto al ciberespacio, Al Jazeera bajo la tendencia horizontal del idioma árabe se ha beneficiado de esta situación, logrando aprovechar al máximo el espacio de la pantalla, sobre todo para no depender absolutamente de la imagen como elemento de impacto y atracción; estrategia totalmente opuesta a la página en inglés, renovada y presentada oficialmente al mundo hace pocos días, junto con el nuevo canal de Al Jazeera Internacional, que brindará información en idioma anglosajón durante las 24 horas del día.
Al Jazeera en su camino absorbe a muchas cadenas pequeñas de distintos países orientales y no ha negado la posibilidad de gestar su propia radio y un periódico, proyectos ante los que el director Wadah Khanfar se ha manifestado entusiasta.
Para hablar de 10 años de vida, Al Jazeera ha cosechado muchos logros a pesar de la pérdida de muchos de sus reporteros y camarógrafos. Tal vez sea esta la razón por la cual, desde los altos directivos hasta los corresponsales más aislados sienten a Al Jazeera como parte de su credo y nacionalidad, es la lucha a la que muchos, musulmanes o no, se comprometen tácitamente.

Al Jazeera y CNN son solo dos de las grandes corporaciones mediáticas existentes en el mundo, puede decirse de ellas que están en camino o intentando consolidar su liderazgo en una competencia cada vez más acelerada y vertiginosa a la que somete el fenómeno de la globalización; que ha quebrado fronteras y donde la unión es la clave para la supervivencia entre millones de espectadores que los juzgan diariamente con el simple clic de un mouse o un control remoto.